
Muchas veces lo más sencillo, más natural y más económico resulta ser más efectivo que alguna de las cremas sofisticadas y caras. Puedes probar una «cura» de 15 días de mascarilla nocturna diaria de yema de huevo batida y aceite de oliva. Lo aplicas después de desmaquillarte cada noche. La misma mascarilla sirve para el pelo, la aplicas como si fuera un tinte, lo dejas actuar unos 10 minutos y luego lo aclaras.