
La primera regla fue reducir al mínimo el recorte de las verduras y hortalizas y la segunda es RASGAR las que sea posible. Esto requiere un poco más de tiempo pero se conservan más vitaminas así que pelando. Esto es lo que – entre otras cosas – puede diferenciar la comida casera de la comida de los restaurantes: en casa podemos cuidar estos detalles. Especialmente lo recomendamos a la hora de preparar las zanahorias, se puede comprar un utensilio especial para rasgarlas, pero sirve igualmente un cuchillo normal y en vez de pelarlas vamos rasgando la piel. Después de la tercera o cuarta vez ya seremos expertos.